¿Qué es la deglución atípica?

Comida y deglutir es un acción que hacemos varias veces al día. Empassam saliva entre 600 y 1.000 veces al día. Lo hacemos casi de manera inconsciente, pero realmente la deglución es mucho más compleja de lo que imaginamos. Para tragar bien se necesita una gran sincronía entre músculos y estructuras relacionadas entre sí. Las fases de la deglución son tres: oral, faríngea y esofágica. La fase oral es la de preparación del alimento, a la fase faríngea empassam el bolo alimenticio y en la fase esofágica el alimento llega al estómago. Aquí, nos centraremos en las fases oral y faríngea y en algunas de las alteraciones que pueden aparecer en esta fase.

La fase oral empieza antes de introducir los alimentos en la boca. Cuando vemos la comida, las glándulas salivales comienzan a segregar saliva. Una vez que hemos introducido la comida en la boca, comienza la preparación del bolo alimenticio. Masticación y trituram los alimentos, formando un cuenco que finalmente desplazaremos al final de la lengua para tragarlo. Todo esto parece muy fácil, pero ha oído nunca hablar de deglución atípica? La deglución atípica se produce cuando se hace un movimiento inadecuado con la lengua u otras estructuras que participan en la deglución.

las causas

Durante los primeros años de vida, el modo de deglutir es diferente que cuando somos adultos, debido a que el bebé aún no tiene dientes y la laringe ocupa una posición más elevada. La lengua de los bebés ocupa una posición más baja y avanzada para favorecer la succión del pecho o del biberón. Pero con la erupción de los dientes y la introducción de nuevas texturas, la lengua va cambiando de comportamiento y retrocede apoyándose en las arrugas del paladar duro para tragar. Hablamos de deglución atípica en el caso de los niños que mantienen la deglución infantil más allá de los cuatro años.

Algunas causas de la deglución atípica son:

Respiración oral: la lengua de los respiradores orales ocupa una posición baja, tras los incisivos inferiores o interponiéndose entre los dientes.

Hipertrofia de amígdalas: hace que la lengua esté avanzada y el espacio para tragar es más reducido.

Prolongar el uso del chupete o el biberón más allá de los dos años: hace que la lengua siga en una posición baja y avanzada.

Retrasar la introducción de los alimentos sólidos: la masticación es un función esencial para el correcto desarrollo de la musculatura oral y facial.

Malos hábitos orales, como morderse las uñas o la succión digital.

Síntomas y tratamiento

Se ha determinado un perfil facial característico de los niños con deglución atípica. Suelen tener los labios con poco tono muscular y hacen movimientos compensatorios para deglutir como levantar la cabeza o contraer en exceso la musculatura oral. En el momento de la deglución, la lengua esta interpuesta o empuja los incisivos. Muchos suelen presentar una mordida abierta y paladar ojival o estrecho y esto puede provocar dificultades para articular algunos sonidos como / r /, / n /, / l /, / d /, / t / …

El profesional que se encarga del tratamiento de la deglución atípica es el logopeda. En ocasiones, se necesita un trabajo conjunto entre el logopeda y el ortodoncista, ya que muchos de estos niños necesitan ortodoncia para corregir la mordida.

El tratamiento va encaminado a implementar una correcta posición de la lengua y un buen patrón de masticación y deglución. Es importante la implicación de la familia para conseguir los objetivos.

Pautas para familias

No prolongar el uso del chupete y el biberón más allá de los dos años.

Introducir las texturas sólidas a la edad que corresponde.

Dedicar el tiempo que sea necesario para comer cuando los niños empiezan a masticar.

Intentar evitar malos hábitos orales.

Cuidar la higiene bucal desde pequeños.

Hacer revisiones odontológicas periódicas.

Ante cualquier signo de alerta, acudir a un especialista.

 

Caterina Alomar.

logopeda