Adolescentes y el cambio de voz

La voz es nuestra carta de presentación y el principal medio para comunicarse con el resto de personas. Desde que nacemos empezamos a hacer uso de nuestra voz mediante llantos que superan los 80 dB de intensidad, muy por encima de una conversación normal (50 dB), hasta llegar a producir palabras, discursos o cantar una canción.

La estructura anatómica encargada de producir la voz es la laringe. El aire procedente de los pulmones, llega a la glotis y hace vibrar las cuerdas vocales. Esta vibración sigue su camino de salida y alcanza los resonadores (lengua, velo del paladar, labios …), que son los encargados de la articulación.

La laringe va cambiando de posición y de tamaño durante el ciclo vital.En los bebés, la laringe ocupa una posición más alta, lo que les permite respirar y alimentarse al mismo tiempo. A medida que el bebé crece, la laringe desciende y se pierde la capacidad de respirar y comer al mismo tiempo, pero se gana un control total en la producción de voz.

Más adelante, durante la adolescencia, la voz experimenta cambios en el que intervienen de forma importante el sistema nervioso y el sistema hormonal. En la pubertad, se produce la muda vocal en ambos sexos. Se define la muda vocal como el cambio de voz que se produce debido al paso de una laringe infantil en una laringe adulta. Este hecho supone un cambio cualitativo considerable tanto en la voz hablada como en la voz cantada. La laringe crece, las cuerdas vocales se alargan lo que hace que se produzcan sonidos más graves.

Es evidente que el proceso de muda vocal es más acentuado en los chicos que en las chicas, ya que la voz los chicos se agrava mucho más. Por ello, es habitual que los chicos adolescentes perciban durante un tiempo que no tienen un dominio absoluto de su voz y aparezcan los típicos «gallos».

Trastornos vocales en la adolescencia

La muda vocal debe considerarse un proceso normal dentro del desarrollo, pero hay que diferenciar el proceso de muda vocal de los trastornos vocales durante la adolescencia.

Hay adolescentes que no se acostumbran a su nueva voz más grave, y hacen un esfuerzo constante para continuar hablando en un tono más agudo. Este mal hábito acaba provocando disfonía y fatiga vocal. Otros adolescentes tienen problemas orgánicos en las cuerdas vocales que les impiden hacer la muda vocal con normalidad.

Otro tipo de trastorno vocal importante durante el adolescencia es la puberfonia. La puberfonia es un trastorno de la voz en el que la persona tiene un voz aguda e infantil cuando ya ha superado la pubertad. Se puede dar en ambos sexos, pero es más notoria en los chicos, ya que su voz debería descender una octava o más en relación con la de las chicas. Generalmente, el tratamiento de las puberfonies suele ser logopédico, a no ser que las causas sean hormonales. El logopeda enseña a descender la laringe, ya que para emitir sonidos graves la laringe ha descender. Se comienza descendiendo la laringe manualmente y se emiten vocales, palabras … hasta que esta se acostumbra a la nueva posición.

Adolescentes con riesgo

  • Adolescentes que viven en entornos ruidosos.
  • Adolescentes que practican deportes de equipo como fútbol, ​​baloncesto …
  • Monitores de tiempo libre, clubes de esparcimiento, escuelas de verano …
  • Adolescentes que cantan en un coro o reciben clases de canto o teatro.
  • Adolescentes muy impulsivos, que llaman a menudo.
  • Adolescentes con resfriados o episodios de afonía recurrentes.
  • Adolescentes que se quedan disfónica menudo después de ir a conciertos o discotecas.

Consejos

  • Tener una buena hidratación: Es esencial mantener las mucosas de la boca y las cuerdas vocales hidratadas. No es recomendable ingerir bebidas muy frías o muy calientes.
  • buena alimentación: Conviene evitar alimentos picantes o con exceso de sal y grasas que resecan las mucosas.
  • Mantener un buen descanso de la voz: hay dormir las horas suficientes.
  • Control del ambiente: Hay que evitar cambios bruscos de temperatura o corrientes de aire muy frío.
  • Evitar el consumo de tabaco y alcohol: Además de ser sustancias tóxicas, son grandes irritantes de las mucosas y de las cuerdas vocales.
  • Evitar el abuso y el mal uso vocal: No hay que llamar ni forzar la voz en entornos ruidosos.
  • evitar carraspear: Produce daños en las cuerdas vocales. En caso de querer carraspear, es mejor beber agua.

Cuando conviene consultar a un profesional de voz?

Pocas veces los padres consultan a un profesional de la voz cuando sus hijos presentan alteraciones vocales. Es esencial ser conscientes de la importancia de cuidar la voz y hay que pedir ayuda a un especialista cuando se presenta:

  • Disfonía de más de siete días de duración o episodios de afonía (ausencia total de voz).
  • Sensación de cuerpo extraño en la garganta.
  • Fatiga vocal después de hablar durante un rato.
  • Dolor de garganta al hablar.
  • Tos, picor y estornudos constantes.
  • Sensación de una voz poco eficaz.

 

Caterina Alomar

logopeda